El fin de semana pasado, estuve en el seminario de fotoperiodismo de la agencia Seven. Fueron tres días intensos de aprendizaje, intercambio y contacto con las nuevas tendencias en la manera de abordar y presentar los fotorreportajes.
En la escuela de Arte y Diseño de Pasadena nos reunimos más de 400 participantes junto con los fotógrafos de Seven y los nuevos talentos creativos que presentaron sus trabajos.
Durante el seminario, además de las conferencias de Christopher Morris, Lauren Grenfield, Ron Haviv, Gary Knight, Antonin Kratochvil, Joachim Ladefoged, John Stanmeyer y Eugene Richards. Se armaron dos paneles de discusión, el primero con las editoras Online de Los Angeles Times, Meredith Artley, Ann Derry del New York Times y Meredith Birkett de MSNBC; en el segundo se presentaron Stephanie Sinclair, Jessica Dimmock, Boogie y Marcus Bleasdale, con series sobre drogadictos en Manhattan, gangsters en Nueva York, niños africanos en la guerra y los bombardeos en Beirut.
En el primer día, Kent Kobersteen, editor de fotografía de National Geographic, abrió hablando de Alexandra Boulat, de quien dijo que poseía una entrega y pasión por la imagen que pocas veces se ve. Ellos le dieron de hecho su primera asignación a Kosovo. Habló de su sensibilidad y credibilidad.
Y también anunciaron la creación de la fundación Alexandra Boulat para preservar su material y el de su padre, también fotógrafo. Aquí debo destacar el espíritu de este encuentro en particular, que se basó en la fraternidad, el respeto y búsqueda hacia la consolidación de una comunidad fotográfica más allá de logotipos y competencias.
Prueba de ello, fue la generosa programación para destinarle una hora a Stanley Green, ex asociado de la agencia francesa VU, quien no sólo mostró su trabajo personal, sino que además hizo la presentación de la nueva agencia NOOR, que junto con otros ocho fotógrafos fundaron hace un par de meses en Amsterdam.
En esa participación, Stanley Green fue presentado por Gary Knight, destacando que lo que los unía era una profunda amistad, forjada en el frente de batalla, desde el conflicto en Chechenia, Afganistán e Irak, en dónde sólo la solidaridad entre ellos hizo más llevadero los días críticos.
Así pues, pasó a darle la bienvenida y desearle la mejor de las suertes en su nuevo proyecto, aunque relativamente compitiera con los espacios de Seven. Green empezó dando las gracias y confesando la enorme admiración que tiene por cada uno de los integrantes de Seven y el gusto que le dio hace seis años, la fundación de la misma.
Reonociendo que NOOR, estaba inspirada en este esfuerzo colectivo, agradeció la amistad compartida y el espacio que le brindaban en este seminario. Fue un momento muy emotivo que me llevo a reflexionar: ¿Cuándo se verá en México un gesto de esta naturaleza entre colegas? ¿Cuándo?
Más allá de que en nuestro país hace falta infraestructura seria para el desarrollo del fotoperiodismo nacional; el estancamiento y desidia de nuestro gremio es agotador.
Es increíble que con el talento demostrado en distintas generaciones de fotoperiodistas mexicanos, la mezquindad y grilla barata, sigan dominando el ambiente, frenando con ello, o retrasando al menos, cualquier intento de desarrollo digno para nuestra profesión.
Francamente, aquí debería darnos pena.