Rogelio Cuéllar es el fotógrafo más importante del mundo intelectual de nuestro país. Es un retratista nato.
Un artista que tiende puentes de luz entre su cámara y el rostro de sus personajes. No hay foto mala en el archivo de Cuéllar, y está por presentar nuevo libro en la Condesa.
Su próximo libro se titula “El Rostro de las Letras” y reúne 155 retratos de personajes claves de la cultura entre escritores, poetas, pintores e intelectuales reconocidos en toda Iberoamérica.
Esta preciosa edición incluye un estupendo prólogo de la investigadora Laura González Flores, Doctora en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona y que describe perfecto el trabajo de Cuéllar.
El libro, editado por Conaculta y La Cabra Ediciones (2014), se divide en tres territorios: arranca con el rostro de los “Centenarios” es decir, los nacidos en 1914, con imágenes de Adolfo Bioy Casares, Julio Cortázar, Octavio Paz y José Revueltas entre otros. “Homenaje” sección que agrupa a los fallecidos apenas en 2014, como Luis Villoro, Gabriel García Márquez, José Emilio Pacheco y Federico Campbell.
Continúa con “Retratos” los artistas e intelectuales nacidos entre 1897 y 1997 como Fernando Benítez, Juan Rulfo, Elena Garro, Ricardo Garibay, Carlos Monsiváis, Rosario Castellanos, Jaime Sabines, José Agustín y Fabrizio Mejía, entre decenas de personajes inteligentes. Dentro de este formidable libro, destacaría el retrato de Monsiváis, una de mis favoritas, tomada en 1969 en el conjunto Aristos de la Condesa, cuando Rogelio Cuéllar contaba apenas con 19 años de edad.
Aquí vemos a un Monsi casual enmarcado por un par de fotos con Marilyn Monroe y unos dibujos que representan casualmente a un fotógrafo en la pared. Me detengo aquí no sólo para compartirla con ustedes, sino para confirmar la vocación de Cuéllar por congelar el alma de sus contemporáneos con su cámara. Rogelio es un fotógrafo verdaderamente incansable, vive entre imágenes y literalmente despierta junto a sus archivos con cientos de cajas amarillas de papel Kodak que invaden toda su casa con negativos e impresiones que desbordan su espacio vital.
Rogelio es de los que pese al embate de lo digital conserva su laboratorio, utiliza negativos, y sigue siendo un fotógrafo clásico entre los clásicos, un retratista sin competencia. Este libro se presentará el 29 a las 19 hrs en la librería Rosario Castellanos del Fondo de Cultura, en la Condesa. Por allá nos vemos.