Imagen Expandida
Por Ulises Castellanos
La cámara como tal, fue inventada y patentada por Fox Talbot en 1839, es decir, hace 180 años que coexistimos con esta herramienta de manera social y orgánica. Hoy la imagen es digital, atrás quedaron la era analógica y las cámaras con espejo.
Hoy existen miles de millones de cámaras integradas en dispositivos móviles en las manos de igual número de seres humanos. Nunca se ha había hecho tanta foto y por tanta gente en la historia reciente de la humanidad.
Hoy hablamos de imagen líquida, de una imagen expandida. Pero también de nuevos retos para la cultura de la imagen y la fotografía informativa o documental. La fotografía en general transita hoy por un transfiguración feroz, aquí ya hemos expuesto sus retos y algunas soluciones; ahora mismo, como todos sabemos, los medios de comunicación tradicionales están en su peor crisis a nivel global y local, y esto por supuesto le pega al desarrollo de la imagen periodística en nuestro país y en consecuencia a las audiencias.
Todos los medios en sus antiguas plataformas están siendo golpeados por internet, redes sociales y un público que en general ya no cree en nada, ni en nadie.
Es la era de las fake news, la mentira, la polarización y el rumor presentado como reportaje al alcance de cualquiera. La audiencia está fragmentada y ya no está dispuesta a pagar por informarse; el cambio de paradigma en el negocio de las noticias ha cambiado para siempre, por ello, uno de los eslabones más golpeados de esta nueva realidad, es el fotoperiodismo y sus profesionales.
Mientras escribo está columna, -tesis que por cierto, compartí con los colegas de la Universidad Iberoamericana, hace algunas semanas en el Campus de Santa Fe- diversos colegas están siendo despedidos de diferentes medios, especialmente los que estaban vinculados a medios impresos, y ahí, de manera especial a los fotoperiodistas.
Tan solo en los últimos meses, fueron despedidos -por recorte- fotógrafos de Excélsior, El Universal, Milenio y Reforma entre muchos otros. Pero, ¿Qué pasó? ¿Por qué los grandes medios despiden personal de diferentes áreas incluyendo a los fotógrafos?
Las razones son variadas y en cada caso responden a su lógica interna, pero en general, prescindir de fotógrafos, parece menos grave que despedir a otros miembros de la redacción. Entre otras consideraciones, porque sigue pareciendo fácil hacer foto y las redes ofrecen además, material disponible de manera gratuita. La crisis es grave, los ingresos económicos caen, el lector ya no contribuye, los gobiernos reducen su gasto en difusión y la competencia es fuerte.
Hoy el ciudadano en general, dejó de adquirir periódicos o revistas porque supone que está mejor informado a través de su celular, pero no por consultar la BBC, CNN, Time o El País, sino porque navegan en Google, Facebook o Twitter donde sus “amigos” también difunden imágenes y noticias derivadas muchas veces del rumor, y que dan por verdaderas.
En la redacción de The Washington Post hay una frase de Phil Graham, que dice: "El periodismo es el primer borrador de la historia” y es cierto. Porque primero se publica en los medios y luego vienen los historiadores. Pero hoy en día, ese “borrador” se reescribe cada segundo. Claro que el buen periodismo o la fotografía periodística no van a desaparecer, pero si deben evolucionar. Y ese es nuestro reto.
Los medios pueden volver a ser rentables si le apuestan a la calidad, a las nuevas narrativas y a la honestidad profesional. Hoy los reporteros que antes solo escribían para su diario, también hacen Facebook Live, mandan adelantos para redes o graban su voz para un podcast, y por supuesto, toman y mandan imágenes por celular.
La última vez que fui al Congreso a la toma de posesión del Presidente López Obrador, en diciembre del año pasado, ahí en el corralito de prensa, entre 200 reporteros de prensa, radio, tv y nuevas plataformas, los colegas que antes solo tomaban notas frente a nosotros, de pronto levantaban sus celulares y lo grababan todo. Además los políticos infiltran gente en los espacios de prensa para que su becario en cuestión también suba su foto o video en sus propias redes sociales. Total, si esto lo pueden hacer al instante y sin intermediarios, ¿para qué esperar a la prensa?
La “mañanera” es un gran ejemplo de esto. Ese ejercicio cotidiano a sustituido por ejemplo a buena parte de los noticieros matutinos. Mensaje en vivo y sin filtros. Si a esto le sumamos la falta de propuesta de colegas que todavía se resisten a incorporar nuevas herramientas o habilidades extras que fortalezcan su trabajo, el panorama es desolador. Hoy en día no basta con”tomar” fotos de ciertas cosas, hay que “contar” historias y para ello es clave el storytelling que suma recursos al periodismo y atiende las expectativas de las audiencias. De esto último les contaré más a fondo en la próxima entrega.
Por lo pronto, ahora es preciso que los periodistas cuenten con nuevas herramientas profesionales que garanticen la velocidad y conectividad en tiempo real, pero también su calidad. Aprovechemos esta crisis de modelo para incorporar nuevas soluciones, para darle espacio al talento y al contenido.
Contribuyamos todos a mejorar la industria informativa en todas sus presentaciones, para que recupere su lugar en la sociedad y no pierda relevancia frente al consumidor final que irremediablemente requiere de información cierta, veraz y oportuna.
El futuro exige profesionales mejor preparados y directivos con pasión, que sigan apostando a la imagen e información periodísticas de calidad, pero que además también, sorprenda a las nuevas audiencias.
Columna publicada en El Sol de México (Abril 07, 2019)