Ya viene la segunda edición del Festival Internacional de Fotografía Periodística y Documental “Mirar Distinto”, que arranca el próximo19 de Octubre en Xalapa, Veracruz; y eso siempre es una buena noticia para nuestro entorno profesional.
Como ya he referido en columnas anteriores, hace tiempo que en el interior del país además de existir enorme talento visual, ahora también se dan a la tarea de organizar distintos encuentros de foto.
Ahí están las seis ediciones del FINI en Pachuca, el Foto Fest de Querétaro y ahora por segunda ocasión este Festival en Xalapa, entre otras iniciativas.
Respecto de este último esfuerzo me cuentan sus organizadores que “Mirar Distinto” surgió en 2014 como una necesidad de acercar a los fotógrafos mexicanos con profesionales destacados, “para generar un espacio de diálogo y reflexión dentro de la fotografía periodística y documental”.
Para esta ocasión, estos jóvenes convocaron ahora a más de 20 profesionales. Entre los invitados están el recién galardonado Premio Nacional Enrique Rashide; Fred Ramos del Faro Net y ganador del Word Press Photo; el simpático Germán Canseco de Proceso, Hugo Ortuño de la agencia EFE, y Moisés Pablo de Cuartoscuro, entre otros.
Habrá durante una semana, talleres, conferencias, revisión de portafolios y diferentes mesas redondas; por ahí andarán también, Alejandro Meléndez de El Financiero, Alfredo Estrella de la AFP, Mónica González y Lucia Vergara, quienes ofrecen el curso de cobertura segura para fotoperiodistas. Muy necesario este último dado el entorno violento de nuestro país.
Insisto, siempre será una buena noticia que se organicen este tipo de encuentros, pero al mismo tiempo pueden ser cada vez mejores y ampliar su convocatoria si suman a más gente de otras latitudes, medios o disciplinas. Creo que hace falta también involucrar más a los medios tradicionales, y expertos en imagen para entender hacia dónde va el fotoperiodismo latinoamericano de la mano con las nuevas audiencias.
Deberían poner sobre la mesa, temas de seguridad pero también salariales o de índole profesional; capacitación y formación son claves.
Deben romperse inercias y hacer más plural el panel de participantes para generar mayor audiencia y reflexiones colectivas más amplias. ¿Qué pasa con la figura del editor en los medios? ¿Hacia dónde van las nuevas narrativas visuales? ¿Cuánto vale el trabajo documental hoy en día? ¿Qué temas son relevantes en cobertura y cuáles no? ¿Hasta dónde el profesional puede involucrarse con los temas que aborda? ¿Se vale hacer foto y militar por una causa al mismo tiempo? ¿Cómo denunciar y sancionar la mentira o la manipulación digital? ¿Cuál es el papel del fotoperiodismo en el contexto de las redes sociales? En fin.
Estos encuentros deberían servir también para abrir nuevos debates, espacios de difusión y ofrecer un valioso desarrollo profesional para los fotógrafos emergentes. Enhorabuena pues y los mejores deseos para todos en esta segunda edición, allá en Xalapa.