Pánico en Sports Illustrated
La crisis por la que atraviesa el fotoperiodismo a nivel mundial ha tocado uno de sus bastiones más emblemáticos, y en donde más dinero se mueve, el periodismo gráfico deportivo.
Resulta que esta semana la revista Sports Illustrated, uno de los medios impresos más populares de los Estados Unidos, decidió despedir a todos los fotógrafos que tenía de planta en su redacción y que estaban de manera fija, bajo contrato. Así las cosas, el semanario deportivo propiedad de Time Warner abona un episodio más en la espiral de despidos que enfrentan los colegas de la lente en diversos medios a nivel internacional.
Es de sorprender, que esto haya pasado en un sector que mueve muchos recursos y que cuenta con decenas de patrocinadores de alto nivel, adicionalmente se trata de una revista especializada de enorme circulación en buena parte del mundo con sus respectivas franquicias circulando en Europa y toda la Unión Americana.
Según reporta la página web de la National Press Photographers Association, el director de fotografía de aquel semanario establecido en Nueva York, Brad Smith, ha declarado que la decisión se tomó en el contexto de una reestructuración organizacional derivada de cuestiones “estrictamente económicas”. Vaya novedad.
La medida entrará en vigor en la primavera de este año y el propio Smith, les ha ofrecido a los fotógrafos despedidos del semanario, la fabulosa oportunidad de pasar a formar parte de la cantera de free lances (obviamente, perdiendo todas sus prestaciones laborales), todo muy bonito pues.
Es claro que la medida se deriva de una disminución en ingresos del impreso, por el entorno digital; todos los tirajes de todas las revistas a nivel mundial están bajando, en particular en el llamado “primer mundo” el más digitalizado del planeta. El error consiste en ahorrar en foto, que es precisamente lo más buscado por los aficionados a cualquier deporte en el planeta.
Da igual si lo ven en su teléfono, en su tableta o en la computadora, ahí también querrán ver foto deportiva y de calidad. Ya veremos que resulta de esto, pero de cualquier manera nada frenará la caída en la decisión de compra de los consumidores que están migrando a plataformas digitales.
El reto consiste en incrementar ingresos vía digital y no en despedir a personal clave que contribuye con su talento al estilo de una publicación. Lo que deberían hacer en cualquier medio amenazado por las nuevas tecnologías, es fortalecer las áreas creativas de su redacción, proponer nuevos productos editoriales y ofrecer alta calidad en cualquier plataforma, ya sea impresa o digital, manteniendo a los profesionales que valen la pena, sin demérito de sus puestos o salario ganado a pulso. Esto último, lectores y anunciantes, lo agradecerán siempre.
