La mirada en México está de fiesta y es que el próximo jueves 21 de Julio se abrirá la exposición que celebra los 10 años de Luz Portátil, la colección de libros que coordina desde el origen el querido Pedro Tzontémoc. Además, el Museo Archivo de la Fotografía donde será la muestra, celebra también su décimo aniversario con esta exposición, por lo que será un festejo doble.
Debo decir que esta serie de 30 libros sería imposible sin Tzontémoc y el apoyo decidido del querido Alberto Ruy Sánchez, director de Artes de México. Ya ni que decir del talento de todos mis colegas, tanto de los creadores visuales como de los compañeros de la letra. Estupendos escritores todos.
Así describe Ruy Sánchez este esfuerzo colectivo: “la fotografía en nuestro país sobresale por su diversidad y consistencia, calidad y cantidad, experimentación y rica tradición. Es, actualmente, tal vez junto con la poesía, la más vital de nuestras artes.” Y para que se den una idea de lo que podrán ver, aquí van los nombres de cada uno de los autores visuales que reúne esta exposición tan especial.
Adrián Mendieta, Ernesto Ramírez, Aurelio Asiain, Yamina del Real, José Antonio Martínez, Maritza López, Antonio Zirión,Yolanda Andrade y Tatiana Parcero.
Además los colegas Gabriel Figueroa, Gerardo Montiel Klint, Alicia Ahumada, Nicola Lorusso, Federico Gama, Francisco Kochen, Jorge Vértiz, Jorge Lépez Vela, Pablo Aguinaco, Lorenzo Armendáriz y el propio Pedro Tzontémoc con texto de David Huerta.
Y finamente la colección se completa con Eric Scibor-Rylski, Ilán Rabchinskey, Silvia Andrade, Nirvana Paz, Dominic Simmons, Lourdes Almeida, Gala Narezo, Cristina Kahlo, Susana Casarin y quien esto escribe.
Así las cosas, no se pierda esta exposición, acompáñenos a celebrar la mirada líquida y festejemos también los 10 años del Museo Archivo allá en la calle de Guatemala #34 detrás de la Catedral en el corazón del Centro Histórico de la Capital.
Celebremos juntos y abrazamos la generosidad de Pedro Tzontémoc quien así define su propia aventura existencial: Parafraseando a Tolstoi “El secreto de la felicidad no es fotografiar siempre lo que se quiere, sino querer siempre lo que se fotografía”. Y es que la fotografía no es un fin en sí misma, es tan sólo el medio que me permite ir de una experiencia a otra, de un encuentro conmigo mismo a otro…En resumen con mi fotografía no pretendo transformar al mundo, sino que éste me transforme a mí.”
Y Pedro nos transformó a todos.