Esta semana tuve la fortuna de asistir al lanzamiento en México de una película documental emocionante, inteligente y conmovedora, que gira en torno a la vida y obra de uno de los fotógrafos más talentosos e importantes de nuestro tiempo, el brasileño Sebastián Salgado.
Durante la función de gala en el Auditorio Nacional, el trabajo dirigido por Wim Wenders y Juliano Ribeiro Salgado resultó ser una explosión de imágenes, voces, miradas y momentos memorables en la vida personal de Sebastián y su ojo privilegiado. Salgado ha sido y seguirá siendo una inspiración para generaciones de fotógrafos documentales contemporáneos; colaborador de El País Semanal, Le Monde y el New York Times, éste increíble fotógrafo recién cruza los 70 años de edad y de éstos, poco más de la mitad de su vida, -comenzó a los 33- la ha dedicado a recorrer el Mundo para fotografiarlo todo o casi todo, fundamentalmente el rostro del dolor humano, la migración, los trabajadores, la infancia y recientemente la fuerza de la naturaleza en todo el planeta.
Literalmente de polo a polo.
A Salgado lo conocí hace más de 20 años en París y tuve la oportunidad de verlo de nuevo a finales de los noventa cuando vino a hacer fotos a México, para la producción de su libro Éxodo. Años más tarde nos encontramos de nuevo en Madrid, ahí en el Círculo de Bellas Artes, sobre la Gran Vía en una edición más de PhotoEspaña donde él participaba por supuesto.
Sin duda, un privilegio escucharlo, conversar y verlo trabajar. Salgado es un profesional que comienza con la luz del amanecer y no descansa hasta que se pone el Sol, solo suspende sus tomas durante el cenit porque no le gusta la luz de medio día.
Es un apasionado de la imagen y un ejemplo de profundidad visual y talento intelectual irrepetibles. Sebastián Salgado es un personaje enorme de la fotografía mundial y como todos los grandes, un ejemplo de sencillez y sensibilidad en cada encuentro.
El y su esposa Lélia son un binomio espectacular. La Sal de la Tierra, distribuida por Cinépolis y :ND Mantarraya, se estrena pronto en México, concretamente el próximo jueves 30 de abril con 22 copias en cinco ciudades. El documental de 109 minutos, dirigido por Wim Wenders y Juliano Ribeiro Salgado, ha ganado espacio en la crítica internacional, tan solo el año pasado obtuvo el Premio César de la Academia francesa y el Premio Especial del Jurado de la sección Una Cierta Mirada del Festival de Cannes 2014.
La narrativa visual y la colección de imágenes realizadas por Wenders y Juliano Ribeiro son soberbias.
Con la presencia en México del propio hijo de Salgado se inauguró también en esta semana, la exposición fotográfica realtiva al documental con imágenes del propio Sebastián en el Auditorio Nacional y estará abierta al público con acceso libre hasta el 14 de junio de este año.
Creánme, no se lo pueden perder.