Por fin, la Fundación World Press Photo decide implementar un primer código de ética frente a su nueva convocatoria de concurso internacional. Después de una década de diversos escándalos en torno a sus premiados, vienen la nuevas reglas.
El concurso para 2016 se realizará con nuevos protocolos. La idea es enfrentar y combatir la manipulación en todas sus variantes. Esto, derivado de la descalificación de más del 20 por ciento de los concursantes en 2015 y la revocación de un premio en la última edición.
Por todo ello, World Press anuncia su nuevo código de ética; así lo dijo Lars Boering: “Queremos que el público tenga confianza en la exactitud de las fotografías que ganan y se muestran en nuestra exposición, por lo que por primera vez, el concurso cuenta con un código de ética”
Hace años que en esta columna, hemos dado cuenta de al menos un par de casos de vergüenza, el último de Giovanni Troilo con su proyecto “El corazón oscuro de Europa” que finalmente fue descalificado y hace una década cuando reportamos el caso de Giorgio Viera que en World Press quedó impune. Es claro que la tentación de mentir siempre ha existido, pero nunca fue tan fácil y sencillo como ahora con los diversos programas a la mano de cualquier fotógrafo sin escrúpulos. Los casos de Giorgio Viera, Miguel Tovar, Narciso Contreras y otros han evidenciado el daño que provoca el Ego por querer hacer una imagen perfecta.
Tal parece que no basta con tener buen ojo, hay que “retocarla” o “posarla” para apantallar. Viera manipuló a una amiga suya para posar su foto y plagiar a Chien Chi Chang de Magnum mientras que los otros dos, decidieron “mejorar” sus imágenes quitando y poniendo elementos falsos en ellas. AP dio de baja a ambos mexicanos mientras que el cubano Viera sigue por ahí engañando gente. El nuevo código exige a los fotógrafos “no dirigir escenas; no hacer cambios en el contenido de sus imágenes; dar información verdadera; editar las historias en forma precisa; y ser abiertos y transparentes acerca de cómo se hicieron las fotos que entran al concurso”.
Las nuevas reglas de World Press definen manipulación ilegal como “puesta en escena o eventos representados” y “agregar o eliminar el contenido de la imagen”. Apuntan que también es inaceptable añadir elementos clonando, pintando o resaltando los detalles del objeto. Lo único que se admite son “los recortes que eliminan detalles extraños o reducen el polvo del sensor”.
Además “Se impide modificar el contenido al oscurecer o eliminar objetos o personas en el fondo de una imagen”. World Press Photo ahora si es preciso y sentencia: “El contenido de una imagen no debe ser alterado”. De esta manera, World Press actualiza sus protocolos, aunque de manera tardía, pero contundente. La idea es recuperar la credibilidad de la fotografía periodística y la evaluación de sus jurados.
Todos los detalles en worldpressphoto.org Esto sin duda, sumado a las observaciones de las grandes agencias y otros medios internacionales, debe ser tomado en cuenta también en México, para evitar que los charlatanes sigan navegando por ahí con imágenes trucadas, plagiadas o inventadas. Basta de manipulación.