No se ustedes, pero yo apenas me repongo de los vientos huracanados que han azotado nuestra ciudad en las últimas 48 horas. Por eso y porque me la pasé viendo caer árboles, autos aplastados por espectaculares, papeles volando, personas aferradas a un poste y varios microclimas en un sólo día; fue en dicho contexto que me acordé de este artista visual tan singular y su trabajo sobre los rostros intervenidos.
Se trata del lituano Tadas Cerniauskas, mejor conocido en el mundo del arte como Tadao Cern y quien ronda apenas los 33 años de vida. Y es que este artista hizo un trabajo muy original hace tiempo, cuando sometió a varios personajes a la fuerza del aire, con ráfagas de casi 300 kilómetros por hora sobre sus caras, para ver y fotografiar sus resultados.
Fue así como este fotógrafo retrató a un conjunto de personas mientras eran sometidos a estos enormes “chorros” de aire en la cara. De ahí la foto que encabeza la columna. En la primavera de 2010, Tadao quería probar algo nuevo y dejó de ser arquitecto, para convertirse en un artista muy divertido, retador y con enorme creatividad.
Ese “algo nuevo” resultó ser la fotografía. Hoy viaja por el mundo con sus proyectos personales, retando a todos con la idea de producir siempre algo nuevo. Esta foto es justo del proyecto “Blow Job” (tradúzcanlo ustedes), serie que fue retomada y publicada por el New York Times, The Huffington Post, Daily Mail y Guardian Weekend, entre muchos otros medios internacionales, con enorme éxito para su autor.
El trabajo completo lo pueden ver en su página con video incluido en tadaocern.com, y créanme, se van a divertir. Lo fascinante de este proyecto en particular es ver como se transforma el rostro, cuando se rompe por completo su acostumbrada simetría. Son esos 30 músculos de la cara y que en esta serie se distorsionan para revelarnos emociones confusas frente a lo que vemos; mujeres hermosas se transforman en seres de otra galaxia, mientras hombres serios se vuelven seres indescriptibles.
Si el rostro refleja todas nuestras emociones y estados de ánimo, estas imágenes claramente distorsionan el mensaje natural; de ahí, que resulten tan atractivas y divertidas como la que usted ve hoy publicada. Así pues, pasados los vientos huracanados de los últimos días, les deseo un buen fin de semana, con la esperanza de que disfruten de una ciudad revolcada, limpia y nítida al menos por unas horas.